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En Mujeres

El género femenino además de poder padecer una Enfermedad Inflamatoria Intestinal, pasa por etapas en las que se puede tener duda; como lo es en los ciclos menstruales, sexualidad, fertilidad, embarazo, lactancia y menopausia.

 

Es por eso que en este apartado hablaremos sobre estos temas.

 

Cuando la enfermedad está activa es probable que se pierdan ciertos ciclos menstruales, debido a la pérdida de peso, los transtornos alimenticios, el estrés, la ansiedad entre otras cosas, por eso es importante comunicarle a nuestro médico estos cambios.

 

La falta de estrógenos afectan los huesos, y puede ocasionar una osteoporosis.

 

Ciclos menstruales y síntomas gastrointestinales

La diarrea, constipación, gases y la inflamación son comunes en mujeres con y sin EII durante el ciclo menstrual. Procura consumir alimentos libres de sodio (Sal) para evitar la retención de líquidos e inflamación.

 

Se les relaciona a las fluctuaciones hormonales.

 

Evita el ibuprofeno, ketorolaco (AINEs) si es posible, si el dolor es extremo de 1 o 2 dosis durante ciertos ciclos es probablemente seguro.

 

Consulta a tu médico si el dolor no te permite hacer tus actividades normales. Si el dolor es moderado, trata de utilizar Paracetamol o Buscapina, algunos remedios como el té de manzanilla, almohadas calientes.

 

Anticonceptivos

La mayoría de los anticonceptivos son seguros en EII, las pastillas anticonceptivas con la menor cantidad de estrógeno son los más recomendables. Pero se cuidadosa con ellas, consulta a tu ginecólogo y tu gastroenterólogo antes de utilizarlas.

 

Embarazo

Por lo general, la fertilidad no está disminuida en pacientes con EII. Sin embargo, el número de embarazos suele ser menor que la media de la población sana, debido en gran parte, al rechazo de la paciente a quedarse embarazada por no encontrarse bien, por miedo a tener un brote durante el embarazo o a que los hijos/as puedan heredar la enfermedad o por los posible efectos secundarios de los tratamientos.

 

Realizando los controles y tratamiento adecuados, la mayoría de las mujeres con diagnostico de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) pueden tener una evolución normal de su embarazo y parto, con un recién nacido sano.

 

Es recomendable planificar el embarazo y hacerlo coincidir con un periodo de remisión de la enfermedad (sin brote); la mayor parte de los embarazos complicados se relacionan con el propio proceso inflamatorio siendo las complicaciones más frecuentes en estos casos el parto prematuro o el tener un recién nacido de bajo peso.

 

Es importante, realizar una consulta preconcepcional donde se valorarán los posibles factores de riesgo de manera individualizada y se aconsejará sobre los suplementos o complementos vitamínicos necesarios (ácido fólico, sal yodada, etc.)  

 

La remisión durante la concepción es la clave. Los brotes durante el primer trimestre son más comunes.

 

En pacientes diagnosticadas de EII que se encuentren en fase de remisión durante el embarazo, no se ha observado un riesgo mayor de abortos espontáneos, muerte fetal o malformaciones congénitas (adquiridas durante el embarazo) en sus recién nacidos.

 

En el caso de pacientes con EII activa durante la gestación, se ha descrito un mayor riesgo de parto prematuro, retraso en el crecimiento fetal y bajo peso al nacer, aunque no se aprecia un mayor riesgo de anomalías fetales.

 

Los medicamentos que son seguros cuando se requieren serian la Mesalazina, Sulfasalazina, Corticoesteroides, Metronidazol, Loperamida y los biológicos como Remicade, Humira y Cimzia.

 

De los que se debe tener más cuidado serian la azatioprina, 6-mercaptopurina, ciclosporina y tysabri.

Los medicamentos contraindicados son el metotroxato y la talidomida.

 

Las mujeres con EII tienen más probabilidad de tener un bebe por cesárea que una sin EII.

 

Se debe tener cuidado durante el embarazo y los medicamentos ya que puede aumentar el riesgo de una malformación congénita.

 

Lea más sobre cuidados y recomendaciones aquí.

 

Lactancia

Los medicamentos seguros mientras se requieran son la Mesalazina, Sulfasalazina, Corticoesteroides y los biológicos: Remicade, Humira (probablemente) y Cimzia.

 

Los limitados pueden ser la azatioprina, 6-mercaptopurina y Tysabri.

 

Los contraindicados son el Metotroxato, Metronidazol, Ciprofloxacin y Ciclosporina.

 

Menopausia

La edad en la menopausia no es diferente a una mujer sin EII, es al rededo de los 48 años.

No hay cambio en los brotes pre y postmenopausicos.

 

Las mujeres con terapia de remplazamiento hormonal  deben ser valorados por sus médicos.

 

Depresión, Ansiedad y EII

Esto afecta de un 15 a 35% de los pacientes con EII, 30% tienen ansiedad y depresión en el tiempo donde son diagnosticados. Y es más común en pacientes femeninos que masculinos. Esto puede afectar la calidad de vida tanto funcional, autoestima y relaciones personales. La mayoría de los medicamentos para la ansiedad y depresión son bien tolerados por los pacientes con EII.

Muchas de las pacientes presentan, aumento o pérdida de peso, fatiga, puede llegar afectar su autoestima a través de su imagen corporal ya sea por los sonidos abdominales, sentirse “sucia”, cicatrices, medicamentos que provocan acné y estrías.

Para mejorar la imagen corporal es importante recordar que no hace falta tener un cuerpo perfecto para tener una buena imagen corporal y para reducir el estrés que causa esto hay que comunicarlo, hacer ejercicio, meditar, buscar un estado anímico positivo y si es necesario buscar a un especialista si no puedes sola.

 

Ejercicio y EII

El ejercicio te ayudará a sentirte mejor, produces endorfína y esta te ayudará en tu bienestar y puede reducir la actividad de la enfermedad; es muy bueno para la salud para cualquier persona.

Intenta hacer ejercicio poco a poco, ya sea una caminata en algún parque, en la privacidad de tu casa, bailar o cualquier actividad que tu médico te permita hacer una vez que te sientas mejor.

Es importante ser valorados tanto por nuestro gastroenterólogo como nuestro ginecólogo y que ellos trabajen en conjunto para que cuiden de ti.

  • La remisión en la concepción es la clave en el embarazo.

  • Tu defines la EII, la EII no te define a ti.

  • Nunca bajes las expectativas en tu vida.

  • La negación es un poderoso pero un insatisfactorio lugar.

  • La defensa es la curación, cambia tu “dolor en tu pasión”

  • Nunca estás sola

 Fuentes:
CCFA, Nancy McGreal, MD
AMEII – Asociación Mexicana de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal  

 

Anticoncepción

Todas las formas de anticoncepción pueden ser usadas por los pacientes con EII. No hay evidencia que las pastillas anticonceptivas interactúan con alguno de los medicamentos usados en EII, pero si hay evidencia que estas pueden agravar los síntomas de algunas mujeres con EII. Como sea, esto causa controversia pero no es una razón para dejar de usar las pastillas. Si estás tomando las pastillas y te preguntas si debes detener de usarla, platícalo con tu médico primero.

Lea más al respecto aquí.

 

Fertilidad

Una persona que padece EII tiene la misma capacidad de tener hijos que una persona que no padece la enfermedad. La sulfasalazina puede reducir el conteo de espermatozoides. Afortunadamente esta anormalidad es reversible, pero toma de 2 a 3 meses para que el conteo de espermas vuelva a la normalidad una vez que se dejó el tratamiento. Ninguno de los otros medicamentos comúnmente usados en EII es conocido por interferir en la fertilidad.

 

Virus del Papiloma Humano (VPH)

Uno de los descubrimientos más importantes en la investigación del cáncer de los últimos 30 años, ha sido la demostración de que el cáncer de cuello uterino está causado por el virus del papiloma humano (VPH), un virus de transmisión primordialmente sexual.

 

El cáncer cervical lo podemos considerar como la secuela a largo plazo de una infección no resuelta  por ciertos tipos de VPH.

 

La familia de los VPH cuenta con más de 150 tipos virales que en relación con su capacidad para desarrollar el cáncer, se clasifican en tipos de alto y de bajo riesgo oncogénico.

 

La infección persistente por VPHs de alto riesgo es responsable del 99,8%  de los cánceres de cuello de útero; así como de fracciones variables de los cánceres de vagina, vulva, ano, pene, cavidad oral y orofaringe. Ejemplos de VPH de alto riesgo lo constituyen los VPH de tipo 16 y 18, responsables, a escala mundial, del 70% de los cánceres de cuello de útero y de los de bajo riesgo los VPH de tipo 6 y 11. Estos últimos rara vez se encuentran en lesiones cancerígenas y son los responsables del 90 % de las verrugas genitales, también llamadas condilomas acuminados.

 

El VPH puede considerarse, después del tabaco, el segundo carcinógeno (agente físico, químico o biológico con capacidad potencial de producir cáncer) en humanos, pues se estima que a nivel mundial está asociado a un 5% de todos los cánceres en humanos,  y a un 10% de los cánceres  en la mujer.

 

Recomendaciones en pacientes con EII

La vacuna frente al VPH está disponible desde 2006 y como se ha mencionado anteriormente se recomienda en todas las pacientes entre los 9 y 26 años de edad incluyendo a las pacientes con EII independientemente de su historia sexual, para reducir el riesgo de una primera infección (primoinfección) o de una reinfección por VPH.

 

La EII puede presentarse al final de la adolescencia o durante el inicio de la edad adulta y hacer necesario el tratamiento de la misma con corticoides , fármacosinmunosupresores o terapias biológicas que podrían aumentar sus riesgos de infección persistente y desarrollo de CIN.

 

La primoinfección por el VPH ocurre generalmente durante el primer año tras el inicio de las relaciones sexuales y la mayoría de estas infecciones se resolverán, sin llegar a producir neoplasia intraepitelial cervical en mujeres con inmunocompromiso (que pueden encontrar bajo tratamiento inmunosupresor, tratamiento con corticoides o presentan indicios de malnutrición a causa de la enfermedad).

 

Se ha demostrado que en las pacientes con inmunocompromiso, la vacunación frente al VPH es segura y desencadena una adecuada respuesta de su sistema inmune similar a la de las mujeres sin inmunocompromiso.

 

Las guías de vacunación publicadas desde que la vacuna está disponible recomiendan su uso en pacientes con EII y su administración antes del comienzo de la terapia con inmunomoduladores (corticoides, imnunosupresores y terapia biológica).

 

Es recomendable realizar un seguimiento exhaustivo mediante citologías periódicas, en las pacientes con EII que reciben tratamiento inmunomodulador y en las pacientes vacunadas, ya que la vacuna no cubre todos los tipos de VPH de alto riesgo y por tanto la citología es necesaria para la detección precoz de la displasia cervical.

 

 

Lea más sobre el VPH aquí.

 

 

Fuentes:

AMEII, México. http://ameii.org.mx/

EducaInflamtoria http://www.educainflamatoria.com/

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