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¿Qué es una ostomía?

 

Las ostomías pueden ser temporales o permanentes y presentar diferentes aspectos y localización, dependiendo de la zona anatómica donde haya sido realizada y de la propia enfermedad.

Las ostomías temporales están indicadas en aquellas situaciones en las que se pretende “liberar” temporalmente a la zona de intestino afectada por la enfermedad del paso de los desechos intestinales, para favorecer de este modo su recuperación. Una vez recuperada la zona dañada, se procede al cierre de la abertura y a la unión del intestino (anastomosis); de modo que se restablece el tránsito intestinal normal.

 

Las ostomías permanentes están indicadas en aquellas situaciones en las que el intestino y/o el recto están afectados por la enfermedad de manera irreversible, de modo que deberán ser extirpados y sin posibilidad de cierre de la ostomía y reconstrucción del tránsito intestinal normal.

El contenido intestinal que sale a través del estoma será recogido en una bolsa adherida a la pared que la rodea. Dicha bolsa debe estar continuamente conectada al estoma excepto en casos muy especiales.

 

¿Qué es y cómo es un estoma?

El estoma u orificio externo de la ostomía se caracteriza por:

  • Tener una coloración rojiza, lo cual indica que existe un buen suministro de sangre a la zona y que nos encontramos ante un estoma saludable. Es aconsejable informar al especialista en caso de cambio repentino de color del estoma.

  • Ser húmedo al tacto, es un buen indicio que el estoma se encuentre húmedo, aunque es recomendable vigilar el exceso de humedad o la liberación de un exceso de secreción mucosa por el mismo, ya que puede ser indicativo de algún problema en el estoma o en el intestino.

  • Ausencia de sensibilidad, el estoma es una zona sin terminaciones nerviosas, con lo cual no se notará cuándo se le está tocando ni se tendrá sensación de dolor al manipularlo, a no ser que haya problemas en el mismo o en la zona de alrededor (zona periestomal).

  • Carecer de control voluntario, al no tener esfínteres es imposible controlar la liberación de gases o fluidos a través del estoma de manera consciente.

 

Por lo general un estoma debería estar localizado en una zona de piel lisa donde no haya pliegues cutáneos, dobleces, cicatrices o áreas con protuberancias óseas (costillas, caderas, etc.) y fácilmente accesible, de manera que favorezca su observación y manipulación. El estoma normalmente sobresale de la superficie de la piel, lo que facilita su cuidado, aunque puede encontrarse al mismo nivel que la piel o retraído ligeramente por debajo de la misma.

 

Es importante tener en cuenta que no existe un estoma ideal, ya que su forma, tamaño, localización, etc. pueden variar en función de las características individuales de cada persona y del tipo de cirugía u ostomía que se haya realizado.

 

Después de la cirugía y a lo largo de un tiempo variable (días, semanas o meses), el estoma suele cambiar de tamaño y de forma, llegando incluso a “encogerse”; por lo tanto es recomendable medir con frecuencia el tamaño del estoma y tener en cuenta cualquier cambio en su forma, la cual puede variar de redondeada a ovalada.

 

¿Existen distintos tipos de ostomías?

La enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y Colitis ulcerosa) puede afectar a distintas partes del intestino delgado o del intestino grueso, de modo que dependiendo de la zona anatómica que se vea afectada se realizará un tipo u otro de ostomía; pudiendo hablar de ileostomías o de colostomías, respectivamente.

 

Ileostomía

Una ileostomía, es un tipo de ostomía en la que la parte que se expone al exterior es el íleon (parte final del intestino delgado).

 

Se localiza en la parte inferior derecha del abdomen, por debajo de la línea de la cintura. En las ileostomías, las deposiciones suelen ser líquidas, abundantes (de 600 a 800 mililitros de heces al día, dependiendo de la dieta) y más o menos pastosas.

 

La fluidez de las deposiciones en las ileostomías, conlleva a un aumento de la probabilidad de fugas, puesto que las heces líquidas tienen la capacidad de introducirse por cualquier hueco o pliegue de la piel; además, debido a la acidez y al alto contenido de enzimas digestivas de las deposiciones, las fugas pueden causar problemas en la piel periestomal, aumentando la posibilidad de irritabilidad de esta zona; por lo tanto es necesario prestar especial atención al cuidado del estoma, de la piel periestomal y de la colocación correcta del dispositivo.

 

La ausencia de esfínter que contenga la salida de las heces y el imprevisible ritmo intestinal en las personas con ileostomías, hacen que sea necesaria la utilización de sistemas de bolsa o de recogida de heces específicos, aunque algunas personas pueden prever algunas deposiciones en determinadas circunstancias, como por ejemplo, tras la ingestión de alimentos.

 

Colostomía

Se habla de colostomía cuando la porción del intestino que se comunica con el exterior es el colon, permitiendo la salida de las deposiciones a través de dicha abertura.

 

Dependiendo de la zona donde se ubique el estoma, tanto la consistencia de las deposiciones como la posibilidad de irritabilidad de la piel de la zona periestomal podrán ser diferentes, de modo que cuanto más líquidas sean las heces más irritantes lo serán para la piel periestomal, que deberá estar siempre debidamente protegida.

 

En las colostomías, las heces serán más solidas cuanto más se avance en el colon, de manera que cuanto más cerca del recto se encuentre la colostomía, las deposiciones serán más parecidas a las expulsadas por el ano y el patrón de deposiciones no variará mucho al que se tenía previamente a la cirugía.

 

En las colostomías no existe control de evacuación (el estoma carece de esfínter), siendo imprescindible la utilización de sistemas de recogida. Con el paso del tiempo, las deposiciones pueden regularizarse de modo que se alcance un ritmo intestinal más o menos controlado que permita prever cuando va a tener lugar la deposición; pudiendo en algunos de estos casos emplear una técnica conocida como técnica de irrigación, basada en un sistema de evacuación intestinal a través del estoma, por medio de lavado con agua y utilizando un dispositivo específico.

 

Cada persona tendrá un ritmo intestinal diferente, el cual puede verse alterado por la dieta u otras circunstancias, por lo que es conveniente conocer cómo se comporta el intestino y cómo puede verse modificado el ritmo intestinal para escoger el sistema de evacuación o recogida de heces más adecuado a cada caso.

 

Tipos de Colostomías

En general, las colostomías se pueden clasificar según su localización, su duración y la anatomía del estoma, de la siguiente manera:

 

 

 

 

 

 

 

tipos colostomia

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Fuentes:

EducaInflamtoria http://www.educainflamatoria.com/

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